Todos elegían ser muertos por los arqueros. Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo sirvió al rey se dirigió al soberano y le dijo:
—"Señor, ¿puedo hacerle una pregunta?
Y él
Rey responde: "Dime soldado".
—"¿Qué había detrás de la horrorosa
puerta?".
—"Ve y mira tú mismo", respondió
el rey.
El soldado entonces, abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía, rayos de sol entraron y aclararon el ambiente... y, finalmente, descubrió sorprendido que la puerta se abriera sobre un camino que conducía a la libertad.
El soldado admirado, sólo miro a su rey que le decía:
—"Yo daba a ellos la elección, pero
preferían morir que arriesgarse a abrir esta puerta".
CONCLUSION:
CONCLUSION:
¿Cuántas puertas dejamos de abrir por el
miedo a no arriesgarnos?
¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, solamente por sentir miedo de abrir la puerta de nuestros sueños?
¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, solamente por sentir miedo de abrir la puerta de nuestros sueños?
Muchas veces nos ahogamos en un vaso de
agua, teniendo la solución uno mismo.